ABC – 26/08/2017 – Los smartphones rompen la franja de los mil euros (20 millones innombrables).
Con el nuevo Galaxy Note 8, Samsung ha roto la barrera psicológica del mercado de la telefonía móvil; costará poco más de mil euros -1010,33 euros-, un precio desorbitado para los tiempos que corren en donde la industria de la innovación ha comenzado su bajada, democratizando sus propuestas. Pero en esa batalla puede que se una su rival Apple, cuyos primeros rumores apuntan a que su nuevo dispositivo, iPhone 8, se subirá al carro de los mil euros.
Hoy en día, ¿tiene sentido pagar semejante cantidad de dinero por un aparato electrónico de esta naturaleza? En una economía de libre mercado oferta y demanda se equilibran, por lo que la inversión en innovación y publicidad puede encontrar un retorno importante a la firma surcoreana, que ha convertido a la gama Note en un banco de pruebas. De ahí que haya presentado su irrupción en la tendencia de las dobles cámaras, ofreciendo así pistas que el más que probable Galaxy S9, que puede presentarse el año que viene, venga con esta configuración de lentes.
Apple, por su parte, ha tenido bastante claro la estrategia a seguir con sus productos. Aunque aparezca en el mercado un nuevo modelo, sus predecesores tampoco han visto reducidos los precios, con lo que los posibles compradores que se plantean hacerse, por ejemplo, con un iPhone 6S -el iPhone 7 es el más actual por el momento- tampoco se encontrarán con una rebaja espectacular.
Llenar el mercado con productos de diversas gamas tampoco ha sido su modelo a seguir, aunque en los últimos tiempos hemos asistido a unos ejemplos que animan a pensar que el gigante norteamericano también es consciente que bajar los precios puede aumentar el interés. De ahí que se haya recurrido a un iPad más accesible para centrar sus esfuerzos en innovación en la serie iPad Pro.
Un esfuerzo que puede haberse optimizado, según los resultados económicos del pasado trimestre en donde se ha registrado un notable aumetno de sus ventas (15%). Queda saber lo que va a deparar el próximo iPhone, cuya presentación llega a finales de verano generalmente. Sin conocer aún fecha oficial, las primeras hipótesis apuntan al 12 de septiembre como la más probable para la presentación Keynote.
Apple, entonces, descubrirá sus cartas en un año especial, el del décimo aniversario de su producto estrella. Y tal vez por esta razón las expectativas son demasiado altas. La idea es avanzar un iPhone 7S y un iPhone 7S Plus, pero poner toda la carne en el asador con el esperadísimo iPhone 8, la bala con la que quiere destrozar todos los récords.
Y, por lo pronto, de acuerdo con «The New York Times», se venderá por 999 dólares (que al cambio en euros puede ser incluso más), otro precio demasiado alto para la mayoría de consumidores, aunque el iPhone en sí ya se ha convertido en prácticamente un producto basado en un modelo de suscripción.
Los usuarios, muchos de ellos, desean tener uno en sus manos, pero no están dispuestos a pagar esos precios. Les queda, por tanto, distribuirlo a lo largo de un periodo de 12 o 24 meses. A cambio, recibirán 512 GB de capacidad, un almacenamiento hasta ahora inalcanzable. También ha trascendido que Apple, para completar el círculo, puede darle soporte al lápiz óptico Apple Pencil en este modelo.