Los robots sexuales podrían ser capaces de matar humanos en caso de que fueran hackeados por ciberdelincuentes, advirtieron los expertos.
Las creaciones humanoides anatómicamente correctas cuentan con inteligencia artificial (IA) cada vez más sofisticada con cada nuevo modelo, lo que permite a los usuarios disfrutar de una experiencia más “natural”.
Sin embargo, esta tecnología podría ser atacada por los ciberdelincuentes con la violencia en mente, según un nuevo artículo escrito por el bufete de abogados ONC Lawyers for Lexology de Hong Kong.
Advierte que “los robots sexuales sin pretensiones son igualmente peligrosos” como la inteligencia artificial militar cuando se trata de representar una amenaza para la existencia de la humanidad.
La industria ha estado en auge durante la pandemia de coronavirus debido a la disminución del contacto de persona a persona bajo las cuarentenas.
“Sin embargo, … los expertos en ciberseguridad advirtieron que estos nuevos robots pueden ser una grave amenaza para la humanidad”, dice el artículo.
Muchos robots ahora tienen la capacidad de “manipular físicamente el entorno” y “manejar herramientas”, lo que podría ser un desastre en las manos equivocadas.
Los autores citan al Dr. Nick Patterson como advertencia: “Hackear muchos robots modernos, incluidos los sexbots, sería pan comido en comparación con dispositivos más sofisticados como teléfonos celulares y computadoras …
“Los piratas informáticos pueden piratear un robot o un dispositivo robótico y tener el control total de las conexiones, brazos, piernas y otras herramientas adjuntas como, en algunos casos, cuchillos o dispositivos de soldadura …
“Una vez pirateados, podrían usarse para realizar acciones físicas en un escenario ventajoso o para causar daños”.
El artículo dice que las vulnerabilidades en la ciberseguridad pueden ser mortales, como cuando un paciente murió en el Hospital Universitario de Düsseldorf en Alemania en septiembre pasado después de que un pirata informático desactivara el sistema informático.
Sus autores advierten a los desarrolladores de software que podrían enfrentar cargos de homicidio involuntario por negligencia grave si una falla o un ataque en el sistema operativo de un robot causara daño físico a un ser humano.
Por lo tanto, es “crucial” que los fabricantes implementen las medidas de seguridad adecuadas para garantizar que los datos del usuario no puedan ser robados, o que un tercero malintencionado no pueda instruir al robot para que lastime al usuario.
También se recomienda a los desarrolladores que utilicen exenciones de responsabilidad de riesgo para asegurarse de que los posibles usuarios comprendan los riesgos de usar cualquier producto y “deben asegurarse de que sus plataformas estén más protegidas que los dispositivos como los teléfonos celulares”.
“Desafortunadamente, ese puede no ser el caso todavía con los desarrolladores de robots sexuales existentes”, advierten los autores.
Concluyen instando a los desarrolladores a “perfeccionar su producto” en lugar de lanzarlo al mercado antes de que se completen las comprobaciones de seguridad.
“Cuando se trata de una vida, se debe tener mucho cuidado”, dice el artículo.
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