El 15 de diciembre de 2016, después de aparecer en el programa de Tucker Carlson para discutir sobre Trump, el periodista Kurt Eichenwald abrió en su cuenta un tweet de un hombre llamado John Rivello. El tweet contenía un GIF epileptogénico animado. Aparentemente ese GIF le provocó una convulsión a Eichenwald, que sufre de epilepsia fotosensitiva, una enfermedad en la cual los ataques son originados por estímulos visuales a través de luces intermitentes o parpadeantes.
Cuatro meses después, Rivello, fue acusado por asalto con un arma mortal y por el estatuto federal de acoso cibernético.
El caso también involucra la Primera Enmienda que en la Constitución de los Estados Unidos que busca preservar la libertad de expresión.
En resumen: la víctima Eichenwald, de 58 años, es conocido públicamente por oponerse Trump y por padecer de epilepsia. El acusado Rivello, de 32 años, es pro Trump y sabía que Eichenwald tiene epilepsia. Rivello, usando el apodo @jew_goldstein, tuiteó un GIF animado diseñado para provocar una convulsión en personas con epilepsia y e hizo referencia al usuario de Eichenwald. Superpuesto en el GIF estaba la frase “USTED MERECE UNA CONVULSIÓN POR SUS POSTS”.
Eichenwald hizo clic en su pestaña de menciones, el GIF se reprodujo automáticamente y sufrió una convulsión. Rivello supuestamente les dijo a sus amigos en línea que lo iba a hacer, y luego, después de hacerlo, se jactó de ello. Por esto, Rivello fue arrestado e inicialmente acusado en Dallas de felonía “asalto con un arma mortal”.
intencionalmente, sabiendo e imprudentemente causar [d] lesiones corporales … al inducir un ataque con una imagen estroboscópica animada, sabiendo que el demandante era susceptible a ataques y que tales animaciones son capaces de causar ataques y dicho acusado sí usó y exhibió un arma mortal, a saber: un Tweet y un formato de intercambio de gráficos (GIF) y un dispositivo electrónico y manos.
Rivello y su abogado han estado montando una defensa por motivos de la Primera Enmienda.
Rivello argumenta que está siendo castigado por su discurso, pero el texto de su tweet es la única cosa por la que no se le está acusando. La acusación lo explica muy claramente: Rivello sabía que Eichenwald tenía epilepsia y sabía que el GIF era capaz de causar ataques. El acto de tuitear trajo la acusación, no el mensaje. Golpear a alguien en la cara comunica un mensaje, pero no está protegido por la Primera Enmienda; si gritas lo suficientemente fuerte como para hacer sonar los tímpanos de alguien, en realidad no importa lo que digas.
A menos que Rivello finalmente decida no declararse culpable, y con la próxima audiencia postergada hasta el 31 de enero, es posible que no lo haga, todo esto eventualmente llegue a un jurado. Los hechos expuestos en la demanda civil de Eichenwald pueden haber demostrado ser falsos, exagerados o de otro modo no lo suficientemente creíbles como para respaldar una condena. El 6 de diciembre, el fiscal presentó una nueva acusación, reemplazando el cargo de “arma mortal”, con un cargo menor de que el asalto causó “lesiones corporales graves”.
Aún no se ha cerrado judicialmente el caso.