Plop. Ese es el sonido de tu teléfono cuando cae dentro de una olla llena de salsa de tomate. O dentro de una piscina. O, ¿por qué no? dentro del inodoro.
En la mayoría de las ocasiones, cuando sucede esto, estás perdido. No hay nada que hacer. A menos, por supuesto, que seas muy suertudo. De lo contrario, el circuito interno de tu teléfono ha pasado al más allá.
Pero, si tienes un teléfono resistente al agua como los nuevos iPhone 7, Galaxy S7 o Sony Xperia XZ, las cosas podrían ser muy distintas. Lo único que tienes que hacer es enjuagar el teléfono para quitarle la salsa de tomate — o cualquier otra sustancia — y ya está. No ha pasado nada.
Tengo un Samsung Galaxy S7, y te puedo decir esto: es increíble. No lo llevo a nadar, pero lo uso sin miedos. Cuando estoy caminando en la calle, está lloviendo fuera y no he terminado de redactar un email, no tengo por qué dejar de escribir el email.
Es una gran característica. Pero. ¿qué hace de un teléfono resistente al agua? Y, en realidad, ¿cuán resistentes al agua son estos teléfonos, después de todo? Ya sea que estés sopesando las ventajas y desventajas del nuevo iPhone o sólo quieres saber cómo sobreviviría tu teléfono a un chapuzoncito en la piscina, tenemos las respuestas a continuación.
Cómo funciona la resistencia al agua
Tu teléfono no tiene una sola brecha u orificio. Cada puerto, cada botón, parrilla de bocina y orificio para el micrófono puede ser el potencial culpable de dejar agua entrar. Y eso para no mencionar la gran brecha que existe entre el borde de tu teléfono y su pantalla de vidrio.
Las pantallas modernas de vidrio presentan un problema particularmente difícil para la resistencia al agua, debido a que las fabricantes no pueden adjuntarlas permanentemente al marco.
Por ello, las fabricantes utilizan una técnica sorprendentemente sencilla: goma, mucha goma.
Se llaman tapones, sellos, adhesivos. Pero todo se refiere a la misma cosa: las empresas usan sustancias pegajosas y engominadas que crean un sello hermético.
Sólo le tienes que echar un vistazo al desmantelamiento de un teléfono resistente al agua: verás una sustancia espesa y pegajosa que une la pantalla al chasis. Las fabricantes también utilizan goma en la parte trasera de los puertos (usualmente donde están los puertos USB, Lightning y para los audífonos 3.5mm) y a veces en los circuitos expuestos cerca de los bordes del marco.
Pero la goma no soluciona ni funciona para todo. No querrás ver goma supurar de los botones, puertos y componentes extraíbles que sobresalen del teléfono.
Y es allí donde entran a colación los tapones: pequeños anillos en forma de O colocados dentro del dispositivo que se expanden a medida que se le presionan contra la superficie interior. Encontrarás estos anillos de hule alrededor del conector de audífonos, y usualmente existe un pequeño tapón de hule en la bandeja para la tarjeta SIM. Apple incluso utiliza estos anillos alrededor de los conectores de cable.
Para los botones, las fabricantes quizá utilicen una técnica distinta: un poco de silicona que separa completamente la parte física que oprimes de los contactos eléctricos en el interior del dispositivo. Es como cubrir tus zapatos con una bolsa de plástico antes de pisar una acera mojada.
Hermético al agua y no al aire
Pero también es importante que algunas partes del dispositivo no estén completamente selladas.
Las bocinas y los micrófonos necesitan que el aire entre y salga de tu teléfono, porque producen sonido al crear vibraciones en el aire. Además, si un teléfono es completamente hermético al aire, la presión dentro del dispositivo quizá no sea igual a la presión externa, lo que crea la posibilidad de que la presión rompa el sellado del teléfono y permita así la ingreso de agua.
Entonces, ¿cómo mantienen estos dispositivos el agua afuera? Muchas fabricantes de teléfonos colocan un red muy fina que hace que el agua siga su curso natural — a través de la cohesión y de la tensión superficial — para que se “adhiera a sí misma” en vez de filtrarse.
En algunos casos, como en las parrillas de bocinas en el iPhone 7 ó en los micrófonos del Galaxy S7, las fabricantes utilizan un respiradero de presión.
En lugar de una red superfina, se añade una membrana de tela resistente al agua (ePTFE) para que permitir el paso del aire y se iguale la presión.
Algunas fabricantes, como Samsung, protegen sus puertos de recarga al apagarlas automáticamente, y utilizan metales resistentes a la corrosión (como el níquel).
Esa es la razón por la que los dispositivos resistentes al agua no requieren de cubiertas de puerto para evitar la entrada del agua.
A prueba de agua: no existe tal cosa
El problema es que ninguna de estas técnicas son suficientes para evitar la entrada de agua al aparato. Por ello, no existe un teléfono a prueba de agua.
Apple recomienda que no sumerjas intencionalmente un iPhone en el agua, a pesar de ser resistente al agua.
Es por ello que Apple, Samsung y Sony insisten tanto en utilizar la frase “resistente al agua” en lugar de “a prueba de agua”.
Pero también existe el asunto del agua con sustancias químicas adicionales, como la sal.
Sony solía anunciar orgullosamente que podías tomar fotos bajo el agua con sus teléfonos Xperia. Pero en 2015, Sony se metió en problemas con las autoridades australianas y con los ciudadanos quienes afirmaban que los teléfonos dejaron de funcionar y hasta se oxidaron después de nadar con ellos en la piscina. Lo que Sony no tomó en cuenta fue que las piscinas australianas usan agua salada, que puede corroer y romper los sellos de los teléfonos resistentes al agua.
Y, de la noche a la mañana, Sony cambió su tonada, y empezó a decirle a la gente que no usara el teléfono bajo el agua y mantenerlos alejados de la sal.
Y, mientras que la posición de Sony se ha suavizado desde ese entonces, la empresa dice que puedes usar el teléfono en una piscina con agua dulce clorinada (sin sal), con un teléfono con una calificación de IPX8, y que quizá tengas que enjuagar el teléfono para quitarle el cloro al dispositivo.
Por otro lado, Apple tiene una lista entera de las cosas que no deberías hacer con tu teléfono resistente al agua.
¿Pero cuánto aguanta? Depende de la calificación IP.
No entraré en demasiado detalle acerca del sistema IP. Es suficiente decir que los teléfonos resistentes al agua son puestos a prueba para ver si pueden:
- sobrevivir gotas de agua dulce
- sobrevivir chorros de agua dulce
- sobrevivir el que sean sumergidos en unos cuantos pies bajo el agua durante un período prolongado de tiempo (por ejemplo, 30 minutos).
Y eso es todo.
Pero la calificación IP garantiza sólo eso: protección contra el agua y el polvo, y sólo comprueba que una fabricante pudo pasar esas pruebas en sus laboratorios. La calificación no tiene nada que ver con que puedas utilizar el teléfono bajo el agua, o dejarlo caer en un cuerpo de agua en lugar de sumergirlo gentilmente en agua u otro tipo de líquido.
Las calificaciones tampoco garantizan que tu teléfono vaya a funcionar inmediatamente después de un encuentro acuático. (Por ejemplo, Apple recomienda que dejes que tu teléfono se seque durante cinco horas antes de intentar recargarlo).
La resistencia al agua no es una garantía
Y también debes saber que ninguna de estas fabricantes tiene la obligación de echarte la mano si tu teléfono con resistencia al agua se avería.
A pesar de que estas empresas dicen que sus dispositivos son resistentes al agua, ningunas de sus garantías te protegen contra el daño por agua. De hecho, Apple, Sony y Samsung dicen claramente que los daños por agua no están cubiertos dentro de la garantía. Además, cada empresa coloca pequeñas pegatinas dentro de sus teléfonos que se descoloran para indicar cómo sucedió el daño.
¿Puedes argumentar con éxito que una resistencia al agua con fallos es la razón por la que los circuitos se mojaron? Quizá; ninguna empresa quiere tener clientes descontentos. Cuando el Samsung Galaxy S7 Active se ahogó, la empresa acordó reemplazar cualquier dispositivo con daños por agua dentro de un año de la compra del dispositivo.
Un representante de Samsung nos dijo que conducen investigaciones de teléfonos con daños por agua a pedido del cliente, y un representante de Sony dijo que la compañía reemplazaría un teléfono con daños por agua dentro de un período de un año de la fecha de compra “siempre y cuando el teléfono no se use en ambientes donde las limitaciones de la calificación IP anunciada son excedidas”.
Pero, dependerás de la buena fe de estas empresas para cumplir con estas promesas verbales, porque podrían simplemente utilizar el daño por agua como una evidencia de que dañaste tu teléfono. Y, recuerda, Apple no promete nada en absoluto.
Dicho en otras palabras, quizá tengo que dejar de lanzar mi Galaxy S7 en la tina de baño.